Poco a poco, vamos a ir añadiendo estrategias y recursos para mejorar el autocontrol de nuestros alumnos e hijos. Este aspecto, deficitario en prácticamente todos los alumnos con trastornos de la conducta, se puede abordar de distintas maneras, complementarias entre sí.
Para trabajar el autocontrol es fundamental explicar al niño en qué consiste, y ponerle ejemplos de su vida cotidiana en los que debe controlar su comportamiento.
Por ejemplo:
- Cuando deben evitar ejecutar algo que no pueden hacer (inhibición), y que implica demorar el refuerzo y controlar la ira o el enfado. Por ejemplo: comernos un caramelo después de cenar, ir al parque después de hacer las tareas….
- Cuando hay que decidir qué hacer ante determinadas situaciones de conflicto y debemos secuenciar las mismas en pasos (resolución de problemas). Por ejemplo: pedir permiso antes de coger el juguete.
Dentro de los procedimientos de autocontrol, el primer objetivo es que los niños tomen conciencia de su comportamiento y sientan la necesidad de cambiarlo. Se trata de desarrollar en el niño mecanismos que le ayuden a controlar sus propios comportamientos, en lugar de que sean los adultos los que le dirijan.
Para iniciar la intervención proponemos la lectura de Violeta Monreal “I DE IRA”.
(2005). Madrid: Ediciones Gaviota. Pertenece a la colección “El abecedario de los sentimientos”: veintisiete cuentos ordenados según el abecedario. Cada letra trata de un sentimiento y su complementario. Todos los cuentos siguen el mismo esquema: un niño o niña tiene un problema en la vida real, relacionado con el sentimiento que trate, en este caso la IRA.
El cuento trata de una niña que se irrita por todo. Un día un hada la transporta al mundo de los colores, cada uno de ellos le da pautas para tomar medidas que le ayuden a encontrar la paciencia.
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