Enseñar
a los chicos/as a gestionar mejor sus emociones es fundamental.
Una
estrategia muy útil es centrar la atención en la respiración.
En el libro “Tranquilos y atentos como una rana” de Eline Snel, la autora plantea
la respiración como el primer paso para
dejar de reaccionar automáticamente ante las situaciones. Llevar la atención a
la respiración, dándote cuenta de manera consciente de la inspiración y de la
espiración.
Recomienda
que los niños pueden utilizar la ayuda de la respiración en momentos de
nerviosismo, por ejemplo, antes de un examen o de una conversación difícil con
un amigo o cuando algo les enfada mucho y sienten que van a estallar. Practicar
ejercicios de toma de conciencia sobre la respiración, mejora su concentración,
lo que mejora su memoria. Aprenden a reaccionar menos impulsivamente, no haciendo
sin más, aquello que piensan que tienen que hacer. Aprenden a influir en su
mundo interior, sin tener que negar o reprimir nada.
Pinchando aquí podeis acceder a varias actividades, algunas extraídas de este libro, para enseñar a los niños a que presten atención a la respiración. Mucho ánimo y a disfrutar del tiempo en familia.
#YOMEQUEDOENCASA
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